Bella Italia
Durante mi estancia en Italia, entre 2021 y 2022, tuve la oportunidad de explorar y capturar la belleza y diversidad de este país en mis fotografías. En aquel entonces, me encontraba en espera de la aprobación de mi ciudadanía italiana, lo que me brindó un tiempo valioso para sumergirme en la riqueza cultural y paisajística de la región.
Comencé mi travesía en Ancona, una ciudad portuaria en la costa del Adriático. Ancona es conocida por su historia, arquitectura y playas impresionantes. Mientras deambulaba por sus calles, me encontré con escenas fascinantes de la vida cotidiana y monumentos históricos que se erigían con orgullo ante el paso del tiempo. Fue en Ancona donde tuve el placer de fotografiar el impresionante Monte Conero, una joya natural que se alza majestuosa sobre el mar y que ofrece vistas espectaculares de la costa.
Mi siguiente destino fue Roma, la Ciudad Eterna, un lugar en el que el pasado y el presente conviven en perfecta armonía. Recorrer sus calles y plazas fue como viajar en el tiempo, capturando imágenes que reflejaban la grandeza del Imperio Romano, la espiritualidad de la Iglesia Católica y la energía vibrante de una ciudad moderna. La belleza arquitectónica y artística de Roma se plasmó en cada rincón de mis fotografías, desde el imponente Coliseo hasta las serenas fuentes de la Piazza Navona.
Cada fotografía que tomé en Italia representa un momento único y especial en mi vida, un recuerdo eterno de mi espera por la ciudadanía italiana y mi conexión con las raíces de mi familia. Estas imágenes no solo capturan la esencia de Ancona, Roma y el Monte Conero, sino también mi crecimiento personal y profesional durante ese período.
Hoy, al mirar hacia atrás y contemplar esas fotografías, siento una profunda gratitud por haber tenido la oportunidad de vivir y documentar esos momentos. Las experiencias en Italia dejaron una huella indeleble en mi corazón y en mi arte, enriqueciendo mi perspectiva como fotógrafo y como ser humano.